Algo no iba bien, no, algo no, todo no iba bien, no entendia que era lo que estaba haciendo ahora mismo en casa de Helene. ¿Qué coño hacia en casa de mi ex-novia? No, nada iba bien, ni siquiera mi mente que no era capaz de coordinar los pensamientos que se me sucedian de unos momentos a otros. Sin saber como ni porque me encontraba en su casa, con un vaso de bourbon en la mano y con la mente muy poco clara, las ideas nubladas y la voz algo inteligible. Subí las escaleras dirigíendome hacia su habitación ¿Porqué lo hacía? Ni yo mismo lo sabia, o si que lo sabia pero no me apetecía pensarlo, el pensar en estos momentos acarreba cierto mareo que no estaba dispuesto a dejar paso.

Abrí despacio la puerta de la habitación viendo que no habia nadie, al menos ahi dentro porque el ruido que provenia de la ducha si que era algo notable. Ni siquiera me paré a pensar que Helene podría estar duchandose, al contrario, me imaginé antes que le estaría dando un baño al gato, tiene gato? No lo recuerdo. AL caminar sentía como el suelo tambaleaba de un lado hacia otro por lo que no pude hacer más que sentarme en el borde de su cama, intentando fijar mi mirada en un punto fijo, pero me era imposible. Si por una casualidad Helene salia de la ducha y me encontraba ahi podría ser capaz de matarme, ojala no fuera ella quien estaba dentro del baño, ojala fuera tan solo el gato bañandose él solo sin necesidad de necesitar ayuda. En esos momentos no tenía ganas de moverme, ahi estaba yo, sentado en su cama viendo los minutos del reloj pasar, con cada minuto que psaaba contaba una oveja diferente.

Estaba totalmente cautivado por el tic-tac del reloj tanto así que no me habia percatado de la presencia de Helene en la habitación, hasta de su boca salió el nombre de 'Logan' yo no me habia fijado que ella ya estaba ahi. -Helenee!- Dije imitando su tono de voz o al menos intentandolo. -Qué haces tú aquí?- Pregunte extrañado aunque no era de extrañar que Helene estuviera en la que es su habitación.

Mi embriaguez no me dio para fijarme que la morena iba tan solo en toalla, lo que provocó que mis labios se curvaran en una sonrisa traviesa que realmente de traviesa tenia poco, mas bien mi sonrisa dejaba entrever que no estaba en plenas facultades. Intenté ponerme en pie pero solo sirvio para tambalearme de forma leve y nuevamente sentarme en la cama mirandola fijamente con ojos de cordero degollado. -No se que hago aquí, no tengo ni la menooooor idea... por cierto, hay algo que me ronda en la mente y no me aguanto preguntartelo.... tienes gato?- Intenté enarcar una ceja pero ni eso me salia.

Lo habia notado? Habría notado mi estado de embriaguez? Podría ser posible? Claro que podía ser posible, era palpable en el ambiente. Fruncí el ceño de la manera mas creible que pude. El verla en toalla me hizo darme cuenta de que no era bueno para mi salud, no al menos en esos momentos y ante su pregunta sobre mi borrachera ni siquiera pude decir algo coherente.

-Si estoy borracho?-

alcé mi mano derecha en un gesto haciendole entender que tan solo un poquito, un poquito nada más mientras intentaba no apartar mi mirada de la suya.

-Scott- dije de forma ininteligible. Demasiada información para tan poca mente en esos momentos. Seguí mirandola como si no supiera que hacer en esos momentos más que permanecer ahi sentado, no se me ocurría otra idea mejor. -Me puedo quedar?-

Pareciese que habia encontrado a Helene en modo solidario, no me habia imaginado que hubiera accedido a socorrerme esa noche. Cuando vi que se habia ido a ponerse el pijama miré hacia arriba intentando serenarme un poco, al menos todo lo que pudiera para no seguir pareciendo tan fuera de control pero es que realmente lo estaba. Sentia como el ambiente se tambaleaba a mi alrededor y necesitara calma.

Cuando Helene volvio a entrar y me señaló que podría dormir en el suelo sonreí, definitivamente no me iba a echar de su casa. -Sería incapaz de vomitarte Helene... nunca lo hago, soy un demonio- Intenté ponerme en pie mientras pretendía desabrocharme la camisa pero no podía atinar con los botones, creo que era una faena demasiado complicada para mi en eesos momentos. -Me ayudas?-

Dirigí la mirada hacia donde Helene me habia dicho que tenía la camisa, esta vez intentaría comportarme, no iba a desobedecerla al menos de momento a si que me pondría la camiseta que me habia dado. -Todavía la tienes?- Comenté con media sonrisa mientras mi mente poco a poco iba aclarandose, pero eso no se lo haría saber hasta que no pasara todavía un rato más.

-No me importa dormir en el suelo, pero a ti te importa que durmamos juntos? Puede que sea demonio y no vomite y todas esas cosas pero... realmente el suelo es muy incómodo porque no tengo la espalda en muy buenas condiciones- Helene solo me habia visto por la parte del torso. Realmente si yo iba ebrío era por una razón, quizá para olvidar los acontecimientos sucedidos horas antes. Me habian sometido nuevamente a alguna que otra tortura. Me quité la camiseta que Helene me habia dejado para mostrarle mi espalda, en al cual se encontraba grabado en la misma piel a base de cortes y heridas el simbolo del mal.

Spoiler:

-No se cuando se me va a sanar, pero si no me haces dormir en el suelo te lo agradecería... Fue lilith, por eso no se cuando esta cosa va a dejar de doler- Traté de no darle mucha importancia solo para que Helene no se preocupara.

Mi cuerpo experimentó un gran alivio cuando vi como Helene tomaba otra almohada que aparentaba ser bastante comoda y la colocaba al lado de la suya. Incontables noches habia dormido en esa cama junto a ella pero no por eso pude evitar sentirme algo raro, cosas que hacia tiempo no experimentaba ante la idea de pasar nuevamente una noche a su lado. Casi automaticamente le sonreí y me quité tambien los jeans que tanto me incomodaban para dormir, suponia que Helene no se iba a alarmar por semejante vista, además conocería mi cuerpo con todo detalle al igual que yo el suyo, el pudor en este momento era lo de menos.

-Doler? No tranquila, nada que no sea soportable, además la sangre ya no mancha y esta todo medio cicatrizando, a si que no te preocupes- Dije tranquilo acercandome a la cama sin dejar de mirarla a ella. -Esto es raro verdad? Quien lo iba a decir si te soy sincero despues de lo que he pasado hace unas horas este era el único lugar donde me sentia tranquilo, creo que por eso he venido aquí..

No le estaba mintiendo, inconscientemente fui a casa de Helene sin saber como, pero si el porque, y era porque yo alli con ella me sentía sereno, tranquilo, con la mente alejada y despejada porque seguramente si estuviera solo lo único que ocurriría sería que se me inundaría de ira y comenzaría a matar por doquier a todo aquel que se me pusiera por delante. Ella me calmaba aunque no lo supiera.

Observé a Helene dirigirse hacia la ventana, la percibia pensativa, podia notar como su mente divagaba sobre toda esta situación pero no la notaba distante, al contrario, me resultaba bastante cercana y como decirlo... afectiva, cercana. A los pocos minutos la vi dirigirse hacia la cama, metiendose dentro de ella mientras no me apartaba la mirada de encima. Estaría vigilandome? O tan solo era la situación la que le producia tanta inseguridad que se sentía extraña? No lograba muy bien descifrar lo que sus ojos me decían pero para nada era algo negativo, sentia todo lo contrario y no sería yo quien se metiera en su mente para averiguarlo.

Estiré los brazos intentando destensar mis musculos incluso algunos huesos me crujieron debido a las contusiones que acarreaba en la espalda pero no era lo suficientemente doloroso como para que el gesto de mi cara cambiase de semblante. Hice lo mismo que Helene, meterme en su cama, nuevamente juntos en su cama, era todo demasiado imprevisible. Mantenía mi espalda todavía apoyada sobre el cabezal de la cama, estaba mas bien sentado que recostado también sin dejar de mirarla ni un solo momento.

Respiré de forma pausada por primera vez en muchisimos meses, mi corazón latia a un ritmo tranquilo y sosegado, normalmente no latía, pero la rara vez que lo hacía era por que mi organismo estaba en plena calma. -Estas bien Helene?- Pregunté preocupado mirándola. -¿Cuando fue la última vez que dormimos juntos? Hace ya tanto... - Una de mis manos se deslizó a su cabello, el cual comencé a acariciar despacio manteniendo mi mirada sobre la suya.

Fue totalmente curioso ver como el corazón de Helene se habia acelerado a una velocidad frenética cuando nuestras miradas se encontraron. Cambié mi postura y poco a poco fui recostandome hasta quedar tumbado en la cama con mi cuerpo levemente ladeado para seguir mirandola sin perder detalle. Tomé su mano más accesible y la puse sobre mi pecho, a la altura de mi corazón, el tan solo roce de su piel con la mia hizo que las emociones me pegaran un vuelco. -Lo notas? El mio también late, es raro, pero late- Dije con media sonrisa y asentí ante su pregunta. -Esto es de las cosas mas leves que me han hecho por aquellos mundos, por eso no hay de que preocuparse, si el dolor está justificado... practicamente no duele.- No mentía, mi sacrificio servia para que ella y mis hijos estuvieran a salvo, mientras eso fuera así todo iría bien. La sola idea de pensar que podría ocurrirles cualquier desgracía hacia que perdiera el norte y no atendiera a razones. Prefería que Helene creyera que las torturas eran por temas no relacionados con ella antes de que supiera realmente la verdad.

Las sá

Su sonrisa me hizo sentirme bien, tal vez porque esperaba algun gesto más cortante por su parte, y al contrario se limitó a sonreirme y al parecer no le desagradaba en absoluto el contacto de su piel con la mia. Pero pareció cambiarle todo el gesto en el rostro cuando yo terminaba mi frase para posteriormente mencionar el helado. Helado? Helene se sentia verdaderamente mal? No lo entendía. -Porque te sientes mal? Bueno, mientras me respondes yo voy a asaltar tu nevera para robarte el helado y lo traigo, ahora compartimos- Dije con una sonrisa y sali de la habitación, tardé un poco mas de la cuenta porque me habia pasado a ver a ALec y Alice lo que provocó que por lo menos tardara como unos 15 minutos en ir a por un simple helado. Cuando por fin lo cogí me fui directamente hacia la habitación de Helene, que ahi estaba, donde la habia dejado. Al entrar alcé la pequeña cuchara que llevaba también. -Dinos a mi y a este gran bote de helado que es lo que te pasa, si puede saberse, que seguramente se podrá, y perdon por la tardanza... me he entretenido por el camino.. - Volví y me senté nuevamente en la cama como al principio, intentando abrir ese enorme bote de helado, el cual no tenia ni idea de como se abría y al final lo acabaría rompiendo xD-